viernes, 6 de noviembre de 2009

Me gusta tener a mi lado a mi gente aunque no sea siempre.
Me gusta que me besen atentamente, dando rienda suelta a la imaginación, fundiéndonos hasta ser uno.
Me gustan las caricias sentidas con bellas palabras perdidas.
Me gusta imaginarme que un día el amor llamará a mi puerta y me dirá: - Soy tuyo.
Y podré responder: - Eres dueño de mi vida.*